Por: AnimaNaturalis
La vida en la bucólica granja hace mucho que dejó de ser pacífica y hermosa. Y los peces en los mares también viven una situación crítica.
Con la industrialización de la agricultura, la vida en las granjas ya no es de pastizales verdes con felices animales pastando en a la luz del sol: hoy los campos están llenos de establos metálicos sin ventanas, jaulas de alambre, silos y piscinas de desechos, para conformar las que hoy conocemos como "granjas industriales".
Privación y enfermedad
Visto de manera sencilla, el sistema de granja industrial de agricultura moderna apunta a producir la mayor cantidad de carne, leche y huevos, de la forma más rápida y barata posible, y en la menor cantidad de espacio posible. Las vacas, terneros, cerdos, gallinas, pavos, patos, gansos, conejos y otros animales, son puestos en pequeñas jaulas o compartimentos muchas veces sin posibilidad de darse la vuelta. Se los priva del ejercicio para que todas las energías del cuerpo se aboquen a producir carne, huevos o leche para el consumo humano. Se los alimenta con hormonas de crecimiento para engordarlos más rápidamente y se los altera genéticamente para que crezcan más grandes o para que produzcan más leche o huevos que lo que la naturaleza originalmente dispone.
Dado que el hacinamiento es una de los principales causantes de enfermedades, los animales en las granjas industriales son alimentados con grandes cantidades de antibióticos, fungicidas y otros compuestos medicamentosos que permanecen en sus cuerpos y que se transmiten al ser humano cuando se alimenta de sus cuerpos.